Pescado entero 

 

Seguro que mas de una vez has cocido pescado que ha acabado desmigado o deshecho. Para que no vuelva a pasar, existe un truco muy eficaz: añade al agua de cocer el pescado un chorrito de vinagre o de zumo de limón. Siempre que el tiempo de cocción sea el adecuado, el pescado te quedará entero.

 

 

Pulpo tierno

 

El pulpo es una fuente de proteínas, pero resulta duro si, cuando lo compras fresco no lo golpeas. Para evitarte este porceso haz lo siguiente: congélalo nada mas comprarlo. El proceso de descongelación hará que los músculos se rompan y quede mucho mas tierno sin  necesidad de golpearlo.

 

 

Calamares tiernos

 

Si quieres darles un extra de trnura a los calamares que vas a cocinar, introdúcelos en un remojo de leche durante un par de horas antes de cocinarlos y, en el momento de hacerlo, escúrrelos muy bien y sécalos totalmente sin aclararlos en agua. Fríelos y verás que buenos.

 

 

Bogavante al natural

 

El bogavante debe cocerse en agua de mar. Como lo mismo no podemos tener en casa agua salada, se consigue un excelente sustituto si viertes en agua unos 30/40 gramos de sal bien gorda. Verás que rico y natural queda.

 

 

 

 

 

Restos de conservas

 

Si no vas a consumir todo el producto de una lata de conserva, saca el resto del alimento de al lata e introdúcelo en un bol de porcelana, Cúbrelo con un chorrito deaceite de  oliva, tapa con papel aluminio y a la nevera. Cuando vayas a utilizarlo estará en perfectas condiciones.

 

 

Demasiado jamón

 

Si has comprado demasiado jamón serrano y acaba resecándose, haz lo siguiente: distribuye el jamón sobre un plato y cúbrelo con una gasa de algodón ligeramente humedecida en agua. Lo mejor será que lo dejes a temperatura ambiente si hace fresco o lo pongas en la parte baja del frigorífico, si en tu cocina hace calor.

 

 

Sobras de turron

 

Si aun corren por casa trozos de turrón, no te preocupes: sucede en todos los hogares. Hay una forma de reutilizarlo si lo desmenuzas y lo espolvoreas con cuidado sobre fruta fresca cortadita, yogures, flanes, cremas, bollos y todos los postres que se te ocurran. Tendran un punto muy especial.

 

 

 

 

 

 

Piña caramelizada 

 

Si quieres dar un toque especial a la piña es muy sencillo: córtala en rodajas y ponlas sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado; espolvoréalas con un poco de azúcar y dóralas bajo el grill. Si quieres puedes acompañarlas con yogur desnatado de piña. Un postre riquísimo.

 

 

Sardinas sabrosas

 

Para que la sardinas queden sabrosas y tengan un toque especial,  antes de cocinarlas procede a salpimentarlas por dentro y por fuera y espolvoréalas con hierbas aromáticas. Verás como cambia el sabor.

 

 

Huevos de colores

 

Los huevos duros de colores les encantarán a tus hijos. Si los quieres verdes, hiérvelos en agua de cocer espinacas. Cocidos en agua de remolacha quedarán rojos y amarillos si los cueces en agua con pimentón.

 

 

Deliciosos quesos

 

Se han convertido en platos estrella y saber presentarlos es importante. Para cortar los quesos cremosos  y que queden presentables, sin que se deshagan, moja la hoja del cuchillo en agua, entre corte y corte. Si tienes invitados, pon en la mesa un recipientebonito con agua y el cuchillo dentro. Encontrarán tu idea muy original.

 

 

 

 

Elegir la calabaza

 

Para elegir bien una calabaza de invierno, debes procurar que sea grande, pesada, de piel rugosa y que, al acariciarla, tenga un tacto áspero. Si notas que la piel es demasiado suave, quiere decir que no está suficientemente madura. Para la calabaza de verano, sucede lo contrario: debe ser pequeña o mediana, la piel debe ser suave y algo blanda. Si pesa poco y la piel es áspera y de tono mate, seguro que su pulpa estará seca.

 

 

Cabello de ángel

 

Si quieres preparar en casa cabello de ángel, es fácil pero laborioso. Compras una calabaza de cabello de ángel, la hierves con la piel, porque es dura y no la puedes separar fácilmente. Luego retiras la pulpa con una cuchara y la pones a cocer con azúcar, piel de limón y canela, hasta que se evapore el agua y se formen los filamentos típicos del cabello de ángel, quedando como una confitura dulce y exquisita.

 

 

 

 

 

 

 

 

Comida con exceso de sal   

 

Un remedio muy eficaz para disimular el exceso de sal en un guiso es añadirle un poco de gaseosa mientras está en el fuego. Luego, déjalo reposar un poco removiendo de vez en cuando con una cuchara para eliminar el gas.

 

 

Masa que sube

 

Si estas preparando un bizcocho y te das cuenta de que no tienes levadura, no te preocupes, puedes sustituirla por un poco de sal de frutas.

 

 

Conservar el azúcar glas

 

Si eres aficionada a la pastelería casera, pero el azúcar glas siempre se te apelmaza, el consejo es que lo guardes en un recipiente hermético al que añadiras una cucharadita de harina de maiz. Se ocupará de tu azúcar siempre esté disponible para el uso.

 

 

Sustituir pan rallado

 

Si estas empanando algo y se te ha terminado el pan rallado, parte unos biscotes en trocitos y rállalos en el molinillo de café.

 

 

 

 

 

 

Ajos fritos           

 

Son molestos de cocinar porque saltan en el aceite y producen quemaduras. Para que esto no ocurra, antes de introducirlos en la sartén, realiza un corte en forma de cruz en la base de cada ajo.

 

 

Berenjenas crujientes

 

Para que queden muy crujientes al freirlas, seca muy bien la rodajas después de cortarlas y pásalas por harina antes de freirlas: de este modo se formará sobre la superficie una costra crujiente. Frielas en aceite muy caliente y luego, déjalas reposar sobre papel absorbente de cocina para empapar el exceso de aceite.

 

 

Albahaca fresca

 

Si te gusta cocinar con albahaca, el mejor modo de conservarla  fresca consiste en colocarla en una bolsa de cierre hermético y meterla en la nevera. Recuerda picarla y espolvorearla en el momento de servirla, para que no pierda aroma ni sabor.

 

 

Ensaladas con sabor

 

Si quieres cambiar un poco el sabor de tus ensaladas, sólo tienes que variar un poco los ingredientes y aderezarlas unas veces con cebollino bien cortadito y  otras con perejil o albahaca. Les darás un toque especial y agradable.

 

 

Verduras a la plancha

 

¿Quieres conocer el secreto de unas verduras a la plancha deliciosas?, pues consiste en escoger verduras en su punto justo de maduración, con buen aspecto y en el caso de judias verdes, alcachofas y otras verduras duras, darles un ligero hervor antes de pasarlas, muy bien escurridas, por la plancha caliente. Antes de servir, espolvores con cristales de sal y un buen aceite de oliva.

 

 

Verdura suave    

 

Para que la verdura cocida en olla exprés quede mas suave, no tapes la olla al ponerla en el fuego y cuando rompa a hervir, añade un poco de aceite crudo. A continuación, tapa y déjala el tiempo necesario para que esté bien cocida.

 

 

 

 

 

 

Especias para la bechamel

 

Tu salsa bechamel te quedaará mas sabrosa si le añades nuez moscada en el momento de hacerla. Si prefieres el curry, además de ganar en sabor, le proporcionarás un buen color dorado.

 

 

Salsa demasiado líquida

 

Si has preparado una salsa y te ha quedado muy líquida, si no tienes a mano ningún espesante, déjala un rato mas en la sartén sobre el fuego, siempre bien vigilado, para que el líquido se evapore y espese por si mismo.

 

 

Bechamel sabrosa

 

Un buen truco para que la bechamel quede mas sabrosa es añadir, unos minutos antes de retirarla del fuego, queso rallado tipo Parmesano. Deja que amalgame bien con la salsa y estará deliciosa.

 

 

 

 

Reutiliza el queso

 

Si los trozos de queso se han secado dentro del frigorífico, sácalos de la nevera, revisa que no tengan moho y si lo tienen, quita esa lámina con un cuchillo, para luego rallarlo con la ayuda de un rallador fino. Introduce el queso dentro de un tarro de cristal bien seco y tápalo herméticamente. Tendrás un excelente queso rallado para las ensaladas, pasta, etc.

 

 

Aliñar con queso

 

No tires los restos de queso, córtalos de modo uniforme o en trocitos pequeños, o simplemente, rállalos y mézclalos con una vinagreta. Tendrá una salsa muy original y sabrosa.

 

 

Conserva el queso fresco

 

Los quesos frescos tipo Villalón, Burgos, etc., aguantan poco y deben ser consumidos lo antes posible. La mejor manera de conservarlos es envolviéndolos en papel aluminio y poniéndolos dentro de una bolsa de plástico en el frigorífico. Sácalos una hora antes de consumirlos y tendrán todo su sabor.

 

 

 

 

 

 

 

 

Calentar el café

 

El café recalentado pierde su aroma y puede llegar a resultar indigesto, si llega a hervir. Conseguirás evitarlo si, antes de calentarlo de nuevo, le añades una cucharada de agua fría. Procura no pasarte calentándolo y nunca lo dejes hervir.

 

 

Ablandar la mantequilla

 

Es el eterno problema; debes conservarla en el frigorifico pero cuando la necesitas esta dura como una piedra. Para solucionarlo, corta un trozo y ponlo entre dos platos o cuencos bien calientes. Mientras preparas el desayuno de ablandará y podrás untarla.

 

 

Huevos frescos

 

La mejor manera de  conservar frescos los huevos es mantenerlos a temperatura ambiente y no en la nevera ( excepto en épocas de mucho calor ), porque la humedad agrieta la cáscara y permite que entren bacterias. Es conveniente almacenarlos con la punta hacia abajo para que la yema descanse sobre al clara y tener muy en cuenta su fecha de caducidad.

 

 

 

 

 

 

Crepes calientes

 

Una vez hechas las crepes, no la metas en el horno, porque se resecaran. Vete colocándolas a medida que las haces, en una fuente sobre la que pondrás una ensaladera o un plato hondo del revés. Luego, ponlo todo dentro de una cacerola y el vapor que despiden las mantendrá calientes.

 

 

Mermelada seca  

 

Para recuperar su estado inicial, pon el recipiente donde esté guardada en agua muy caliente. También puedes echar dos cucharaditas de agua o de vodka, dejarla en reposo y después removerla bien.

 

 

Nata montada

 

Para que te resulte sencillo montar la nata, enfría muy bien, tanto la nata como el recipiente en el que vas a batirla. Otro truco: añade el azúcar una vez montada, de lo contrario no adquirirá nunca el volumen deseado.

 

 

Sin grumos

 

Para evitar los grumos, al añadir harina, con el fin de espesar sopas y salsas, mézclala previamente con una pizca de sal. El riesgo de grumos desaparecerá.

 

 

Gratinado quemado

 

Si se te ha quemaddo el gratinado, no te preocupes. Saca el plato del horno y  luego, retira la capa que se ha quemado; cubre la superficie de nuevo con un poco de bechamel, queso rallado y pan rallado y vuelve a introducirlo en el horno. Esta vez procura controlar mejor el tiempo.

 

 

Mantequilla dura

 

Si cuando sacas la mantequilla del frigo está muy dura, soluciona el problema cortando un poco y rallándola con el rallador. En menos de un minuto podrás utilizarla como si estuviera a temperatura ambiente.